viernes, 4 de septiembre de 2015

Estambul

 Tras un viaje infernal de 14 horas en un autobus nocturno finalmente llegamos a Estambul. Mateusz se fue directo a recoger a su hermana Karolina al aeropuerto así que yo aproveché para descansar un par de horas y recuperar el sueño perdido en el albergue.
Nos alojabamos en Beyoglu, la parte norte del centro de la ciudad, cerca de la parada de Taxim así que decidimos esplorar toda esa zona el primer día.



 Esta zona de Estambul no difiere mucho de otras grandes ciudades europeas. Esta llena de tiendas de moda internacionales (Zara entre ellas), cadenas de comida rápida como Mcdonalds mezclados con restaurantes y cafeterías locales.
A lo largo de la Istiklal, la principal calle peatonal de la zona, se reparten los grupos de artistas callejeros que le dan vida a la ciudad y justo en la zona cercana a la torre de Galata la calle es sustituida por una más estrecha: Galip Dede y de especial interés ya que está llena de tiendas de instrumentos tradicionales y modernos, sin duda mi calle favorita de Estambul.


La torre de Galata al atardecer.

En Istiklal nos encontramos con esta manifestación que en un principio pensamos que reivindicaba los derechos de las mujeres al ser la mayor parte de los asistentes mujeres pero luego me di cuenta de que casi todas las proclamas que llevaban tenían escrito "Kobane", el nombre de la ciudad al otro lado de la frontera donde el PKK está luchando por contener al Estado Islámico.

Aldía siguiente cruzamos el río hacia el sur, la ciudad antigua, esa que hace sombra al resto de capitales europeas, excepto quizá Roma.

Delicias turcas en el mercado de las especias.

La basílica de Santa Sofía.

Construida hace 15 siglos sigue siendo imponente hoy en día compitiendo en grandiosidad con la mezquita azul 1000 años más joven. Es un gran testimonio duradero del Imperio Bizantino.


Cuando los Otomanos tomaron la ciudad y el Imperio Bizantino cayó la convirtieron en mezquita, lo que explica esos inmensos circulos colgando en el interior de la basílica. Luego vino Atatürk y la convirtió en museo, que gran hombre!



Desde unas ventanas de Santa Sofía se puede contemplar la segunda gran construcción de la ciudad: la Mezquita Azul.


La Mezquita Azul fue construida entre el 1609 y el 1616 por el Sultan Ahmet I para no quedar mal con sus predecesores que habían conquistado vastos territorios mientras que él perdió la guerra contra Persia poniendo en duda el poderío otomano en la región


El Bazar de Estambul es ENORME! Lo mejor es dejarse perder un rato y cuando te canses tirar en linea recta hacia cualquier lado hasta salir por donde sea.




El parque de Gülhane es ideal para relajarse apartado las multitudes y el ruido de la ciudad.

Karolina y Mateusz




El mercado de las especias.