miércoles, 5 de noviembre de 2014

Râsnov


Pido disculpas, la regularidad no es lo mío. He estado liado con cambios importantes en mi vida y he dejado el blog apartado. Ahora que empiezo a asentarme en mi nuevo trabajo y ciudad, es momento de retomar el blog desde donde lo dejé.
Tras visitar Bran, me subí en otro autobús destartalado con un destino mucho menos turístico: Râsnov.

 La fortaleza de Râsnov fue construida por los Caballeros Teutónicos en el siglo XIII para defenderse de las invasiones tártaras aunque sus orígenes pueden remontarse a la época de los Dacios.

 Los Teutones eligieron un sitio de excelente valor estratégico para construir sus murallas permaneciendo inexpugnables durante las incursiones tártaras y otomanas durante siglos.

 La fortaleza se abandonó finalmente en el año 1850 aunque aún se conservan algunas casas de aspecto ruinoso en su interior, hoy en día convertidas en tiendas.

 Desde lo alto las vistas son impresionantes. Merece la pena sentarse unos minutos simplemente contemplando el paisaje. A un lado, los boscosos Montes Cárpatos y al otro el pueblo y una extensa llanura.

Por lo general, la gente que visita esta zona de Rumanía van como locos a visitar el Castillo de Bran. Sin embargo, los restos de la ciudadela de Râsnov me pareció un lugar más mágico, más tranquilo y bastante más barato que la supuesta residencia de Drácula.

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