lunes, 30 de marzo de 2015

Palermo

 Vacaciones de Febrero en las escuelas inglesas, perfecto! A dónde vamos? Nuestra primera opción fue Tenerife pero los precios en época de carnavales subieron y tuvimos que cambiar los planes. Nos decidimos por Sicilia, una isla más grande con un volcán también más grande.

 Cuando llegamos a Palermo enseguida nos sorprendió el tráfico y la alocada forma de conducir que tienen en Italia. Ruido, polución y suciedad, unas primeras impresiones no muy buenas la verdad pero en cuanto dejamos las mochilas en el hotel, la magia de la ciudad nos empezó a cautivar. Fuimos a cenar una de las mejores pizzas que he probado en mi vida en un pequeño establecimiento llevado por un tunecino y comenzamos a andar sin rumbo para bajar la tripada. El ambiente nocturno de la ciudad es espectacular y definitivamente mi estilo: cerveza barata y charlas en la calle y terrazas. Algo que llevaba echando bastante de menos viviendo en Inglaterra.



 Al día siguiente cogimos un bus a Catania (próximo post) pero regresamos el último día para explorar la ciudad a plena luz del día antes de coger el vuelo de vuelta.


 Nos encontramos muchos edificios históricos a cada paso que damos, algo que me encanta de las ciudades italianas, solo que en el caso de Palermo no hay mucho de la época romana, casi todo es más bien de la edad media en adelante con especial mención a la Catedral de Palermo y la Catedral de Monreale.



 Vistas desde la Catedral de Monreale.

Para despedir Palermo fuimos a comer Pani Ca´ Meusa, una especie de bocadillo de bazo de ternera hervido en manteca de cerdo que es patrimonio de la ciudad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario